Guía para aplicación del color
Los colores claros y cálidos reflejan la luz, siendo ideales para espacios con poca iluminación. Los colores oscuros y fríos absorben la luz, por lo tanto sólo hay que aplicarlos en espacios bien iluminados y tener en cuenta que al hacerlo seguramente habrá que reforzar las luminarias existentes. Los colores claros y cálidos dan la sensación de avanzar, se acercan y se expanden, los espacios tienen menor profundidad, aunque ensanchan las paredes hacia los laterales. Los colores oscuros y fríos dan la sensación de retraerse, retroceden, se alejan, dan sensación de mayor profundidad. Los colores fríos y claros son más livianos y etéreos, dan sensación de serenidad y paz. Los colores cálidos y oscuros son más pesados y densos. Los colores saturados avanzan visualmente y compiten entre sí, por lo que se recomienda usarlos sólo en una pared como acento protagónico de un espacio. Los colores desaturados retroceden visualmente.
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